¿Por qué colaborar con los abuelos?
- Esther Perdomo Almario

- 6 jun
- 2 Min. de lectura

Porque reflejamos el amor de Cristo.
Jesús dijo:
“En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” – Mateo 25:40
Visitar a un abuelo solo, escuchar su
historia, orar con él o simplemente compartir una sonrisa, es servir directamente al Señor.
Porque muchos se sienten olvidados.
Hay ancianos que pasan días sin recibir una visita, una llamada o un “¿cómo estás?”. Tu presencia puede ser la respuesta a sus oraciones.
“Dios pone en familia a los solitarios…” – Salmo 68:6 ¡Tú puedes ser parte de esa familia!
Porque sembramos para nuestro futuro.
Lo que sembramos hoy, lo cosecharemos mañana.
“El que siembra generosamente, generosamente cosechará.” – 2 Corintios 9:6
Cuidar de los mayores es una siembra de amor, honra y recompensa espiritual.
¿Cómo puedo colaborar?

Visítalos, aunque sea solo para escucharlos.
Ora con ellos o por ellos.
Llévales una comida caliente, una carta, o una palabra de aliento.
Organiza actividades recreativas o espirituales.
Ayúdalos con compras, trámites o tareas pequeñas del hogar.
Un acto pequeño, un impacto eterno
No subestimes lo que un gesto de amor puede hacer.
Para ti puede ser una hora de tu semana, pero para un abuelo puede ser el momento más feliz de su mes.
“El amor nunca deja de ser.” – 1 Corintios 13:8Y cuando ese amor se entrega a quienes ya han dado tanto, el cielo sonríe.
No necesitas tener mucho tiempo, solo un corazón dispuesto.
Únete a esta misión de amar como Jesús, sirviendo a quienes han caminado mucho antes que nosotros. Porque ellos importan. Porque todavía tienen mucho que dar. Porque Dios no los ha olvidado, y nosotros tampoco debemos hacerlo.




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